¿Qué es la terapia movimientos rítmicos?

La terapia movimientos rítmicos se basa en la repetición de los movimientos naturales que hacen los bebés de manera espontánea antes de empezar a caminar. Su eficiencia la hace aplicable en el tratamiento de diversas patologías.

¿Cómo se pone en práctica la terapia movimientos rítmicos o TMR?

Desde la vida intrauterina y durante el primer año de vida, el bebé realiza movimientos reflejos adecuados para la vida en esas etapas. Posteriormente, los ganglios basales deben inhibir estos reflejos primitivos para permitir su integración en actitudes posturales. Si esto no sucede, se dificultan los movimientos voluntarios de las etapas posteriores.

Kerstin Linde desarrolló el método llamado Pedagogía del Movimiento Rítmico, que se basa en los movimientos del bebé, realizados de manera rítmica e implicando todo el cuerpo. Esto corrige, integralmente, las alteraciones funcionales.

El doctor Harald Blomberg creó la TMR, basándose en esta técnica. La repetición rítmica pasiva o activa de movimientos que involucran todo el cuerpo genera una estimulación en los niveles más bajos del encéfalo. Induce, progresivamente, la maduración en el tallo cerebral, el cerebelo y los ganglios basales. Una vez alcanzado un grado mayor, los movimientos, paulatinamente, estimulan la maduración del cerebro y corteza cerebral.

¿Para qué patologías es aplicable?

La TMR es capaz de incrementar la atención y concentración. Optimiza la postura, el tono muscular, el equilibrio y la respiración; y mejora el lenguaje, la lectura y la escritura. Elimina o atenúa la impulsividad e hiperactividad.

Por ello, tiene su aplicación en varias enfermedades. La terapia movimientos rítmicos aporta beneficios en cuadros clínicos como dislexia, síndrome de Asperger, autismo, retraso psicomotor y del desarrollo, parálisis cerebral, déficit de atención, dificultades de aprendizaje y disgrafía, es decir, cualquier cuadro en el que sea necesario desarrollar la madurez del sistema nervioso.

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