Los estudios realizados alrededor de la influencia de los reflejos primitivos en los niños ayudan a detectar la aparición de este problema de forma precoz. Gracias a esto, se han implementado tratamientos que resuelven trastornos de movimiento, postura o de equilibrio derivados de la falta de integración de estos reflejos.
Influencia de los reflejos primitivos
Cuando los reflejos primitivos perduran, aunque el niño crezca y el desarrollo neurológico siga su curso, pueden entorpecer el desarrollo del sistema nervioso central. Así, algunas de las influencias que tendrá la no integración de dichos reflejos sobre el niño pueden ser:
- Reflejo de moro: es la respuesta del bebé cuando siente caer de espaldas. Su persistencia más allá de los ocho meses podría sugerir una disfunción cerebral o problemas de percepción visual .
- Reflejo Tónico Asimétrico: debe durar hasta los dos meses y permite la primera coordinación ojo-mano. Su persistencia señala problemas de visión binocular o de movimientos oculares, e incluso puede afectar a la comprensión lectora.
- Reflejo Tónico Laberíntico: este reflejo ayuda al niño a enderezar la postura y mejora su equilibrio tras el parto. Su no integración dificultará que asimile el espacio a su alrededor y le puede ocasionar problemas de equilibrio.
- Reflejo Palmar: hace que el bebé cierre los dedos cuando se presiona la palma de su mano. De no integrarse tras cuatro meses, este reflejo podría causarle problemas para realizar actividades como escribir o abrocharse los botones de una camisa.
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Prevenir este problema
Para su correcta prevención, acudir a un terapeuta será la mejor opción, ya que este podrá realizar un diagnóstico y, así, elaborar las tablas de ejercicio adecuadas.
Quien necesite ayuda para tratar problemas derivados de los reflejos primitivos puede acudir a INPA. Somos un centro especializado en este campo y ofrecemos terapias para tratarlos. Llámanos al 917 38 48 56 o envíanos un correo a inpa@inpa.info.
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